Avanzar hacia la sustentabilidad de la pesca artesanal por medio del cultivo en tierra de especies como erizos, piure, ostiones y algas, que sirvan para repoblar las áreas de manejo del territorio, es el propósito en el que están detrás las 13 organizaciones agrupadas en la Federación de Pescadores Artesanales y Buzos Mariscadores Independientes de la Región de Coquimbo (Fepemach F.G),
El gremio ya completó el primer cultivo de piure producido en el hatchery que administran en Los Vilos, y hoy trabajan en la producción de erizo rojo. Para Leonardo Ocares, presidente de la Federación, el cultivo de estas semillas es clave para asegurar el futuro de la actividad pesquera artesanal. “Estos erizos el día de mañana se llevan a las caletas donde también tienen tinas, para no ponerlos inmediatamente en el mar, y que puedan tener un crecimiento de cuatro o cinco centímetros para que se puedan defender en la naturaleza, y como decimos nosotros, no alimentar los pescados de roca”, explica el dirigente.
El cultivo es supervisado por los profesionales acuícolas Miguel Rivera y Francisca Pérez de la Fepemach, y comenzó con la recolección de erizos reproductores desde el área de manejo de la caleta Puerto Oscuro, que luego, en laboratorio, fueron inducidos al desove y a la fecundación in vitro. En 24 horas, este proceso permitió generar miles de larvas que hoy se encuentran en fase de alimentación a base de macroalgas, fijación y crecimiento en el hatchery de Los Vilos, donde pasarán dos años hasta alcanzar dos centímetros de talla para poder su traslado a las caletas.
Chile es productor del cincuenta por ciento de los erizos consumidos a nivel mundial, de ahí la relevancia de buscar la tecnología y herramientas que aseguren la presencia de este apetecido recurso en la costa regional y nacional.
“Esto está cambiando, y está cambiando muy rápido para nosotros como pescadores y quizá empezamos muy tarde. Hemos cambiado en una o dos décadas de simplemente cazadores y recolectores, a manejadoras y cultivadores”, sentencia Ocares.
La meta de la organización es lograr que unos 40 mil a 50 mil erizos lleguen a las caletas Pichidangui, La Cebada, Totoralillo Sur y Puerto Oscuro, continuando ahí la engorda hasta duplicar su tamaño -cuatro a cinco centímetros- y poder ser repoblados en las áreas de manejo de estos sectores. “En estos momentos necesitamos repoblar y hacer acuicultura de pequeña escala, y para allá apunta todo lo que estamos haciendo. Estamos bastante esperanzados de que este hatchery nos entregue las herramientas necesarias, en este caso las semillas”, subraya el dirigente Enrique Altamirano, de la caleta Totoralillo Sur.
El Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala, Indespa, Leonardo Llanos, recalcó que “los recursos del mar no son inagotables y así lo han entendido las y los pescadores artesanales. Este es un ejemplo de ello, de cómo tenemos que avanzar, tanto la institucionalidad y el sector en conjunto hacia la sustentabilidad. En Indespa seguiremos apoyando y fortaleciendo tanto en tierra como en mar, el cultivo y repoblamiento de recursos. Nos satisface ver cómo en el hatchery de Los Vilos están haciendo un valioso uso de los recursos públicos entregados por Indespa a este gremio que reúne 13 organizaciones y 600 pescadores y pescadoras de la región”.
Con apoyo de distintos programas de Indespa y de fondos regionales y privados, la organización ha financiado la compra de insumos y equipos técnicos y tecnológicos para implementar los estanques de crecimiento, el laboratorio y la sala de alimentación. Previo a este cultivo de erizos, la organización produjo semillas de piure que luego cultivaron en sistema Long-Line (línea suspendida en superficie) dentro del área de manejo de la caleta Puerto Oscuro donde hoy crecen hasta tener talla comercial. A mediano plazo, la organización proyecta comenzar a producir también semillas de ostión.
POSTEADO EN INDESPA INFORMA